En mayo de este año, Coinbase sufrió una pequeña filtración que incluía información de direcciones; en junio, Cybernews reveló una enorme base de datos que integra 16 mil millones de credenciales de Apple, Facebook y otros. Cuando los hackers combinan estos datos personales con el análisis de activos on-chain, pueden identificar con precisión objetivos de alto valor, creando una "lista de compras" casi lista.
Qué pueden hacer los inversores: tres líneas de defensa en privacidad, física y operativa Ante las amenazas, solo proteger la clave privada ya no es suficiente. Los expertos sugieren establecer tres líneas de defensa: primero, fortalecer la privacidad personal, evitar hablar sobre la cantidad de monedas que se poseen en las redes sociales y considerar el uso de billeteras no custodiadas o monedas de privacidad. Segundo, mejorar la seguridad física, por ejemplo, instalando monitores de respaldo en la nube, cambiando las rutas y horarios de trabajo para reducir la probabilidad de ser predecible. Tercero, implementar una estricta "seguridad operativa" (OpSec), utilizando billeteras multi-firma, configurando retrasos en las transacciones, autenticación de múltiples factores y estableciendo contraseñas complejas e independientes para diferentes plataformas. Para las personas de alto patrimonio neto, buscar asistencia de seguridad profesional también es una opción viable.
La regulación y la comunidad deben buscar un equilibrio, la innovación tecnológica aún requiere tiempo. El desafío actual radica en que las regulaciones de KYC y anti-lavado de dinero ayudan a combatir el crimen financiero, pero la centralización de datos amenaza a la seguridad personal de los usuarios. La forma de equilibrar "cumplimiento legal y transparencia" con "protección de la privacidad" pone a prueba el diseño de políticas de los reguladores y de la industria. A nivel comunitario, los usuarios deben proactivamente aumentar su conciencia de seguridad e internalizar buenos hábitos operativos. En el ámbito técnico, herramientas nuevas como las pruebas de cero conocimiento podrían ofrecer mejor privacidad en el futuro, pero aún requerirán tiempo para su adopción. En este momento, esta lucha en torno a la riqueza criptográfica está destinada a ser una contienda prolongada.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
En mayo de este año, Coinbase sufrió una pequeña filtración que incluía información de direcciones; en junio, Cybernews reveló una enorme base de datos que integra 16 mil millones de credenciales de Apple, Facebook y otros. Cuando los hackers combinan estos datos personales con el análisis de activos on-chain, pueden identificar con precisión objetivos de alto valor, creando una "lista de compras" casi lista.
Qué pueden hacer los inversores: tres líneas de defensa en privacidad, física y operativa
Ante las amenazas, solo proteger la clave privada ya no es suficiente. Los expertos sugieren establecer tres líneas de defensa: primero, fortalecer la privacidad personal, evitar hablar sobre la cantidad de monedas que se poseen en las redes sociales y considerar el uso de billeteras no custodiadas o monedas de privacidad. Segundo, mejorar la seguridad física, por ejemplo, instalando monitores de respaldo en la nube, cambiando las rutas y horarios de trabajo para reducir la probabilidad de ser predecible. Tercero, implementar una estricta "seguridad operativa" (OpSec), utilizando billeteras multi-firma, configurando retrasos en las transacciones, autenticación de múltiples factores y estableciendo contraseñas complejas e independientes para diferentes plataformas. Para las personas de alto patrimonio neto, buscar asistencia de seguridad profesional también es una opción viable.
La regulación y la comunidad deben buscar un equilibrio, la innovación tecnológica aún requiere tiempo.
El desafío actual radica en que las regulaciones de KYC y anti-lavado de dinero ayudan a combatir el crimen financiero, pero la centralización de datos amenaza a la seguridad personal de los usuarios. La forma de equilibrar "cumplimiento legal y transparencia" con "protección de la privacidad" pone a prueba el diseño de políticas de los reguladores y de la industria. A nivel comunitario, los usuarios deben proactivamente aumentar su conciencia de seguridad e internalizar buenos hábitos operativos. En el ámbito técnico, herramientas nuevas como las pruebas de cero conocimiento podrían ofrecer mejor privacidad en el futuro, pero aún requerirán tiempo para su adopción. En este momento, esta lucha en torno a la riqueza criptográfica está destinada a ser una contienda prolongada.